Argentina, un ejemplo a no seguir para México

El modelo neoliberal y libertario en Argentina, liderado por Javier Milei, ha demostrado ser autoritario y excluyente, privatizando servicios básicos y reprimiendo a pensionados. Este sistema beneficia a una minoría adinerada mientras empobrece a la mayoría. México debe aprender de esta situación, evitando el ascenso de figuras ultraderechistas y medios cooptados por élites. Es crucial fomentar la conciencia crítica, apoyar medios independientes y rechazar el aspiracionismo que polariza la sociedad. No permitamos que el futuro se construya sobre la explotación y la falta de empatía.

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Antonio Sánchez

3/14/20253 min read

Los libertarios, liberales y neoliberales nos han demostrado en los últimos días que el fascismo es una parte esencial de su doctrina. Eso que llaman "libertad" solo aplica si tienes cientos o miles de millones para dar rienda suelta a un liberalismo voraz que todo lo compra o privatiza: desde tierras y bienes inmuebles hasta personas y medicamentos básicos. Esto se ejemplifica claramente en la mal llamada Argentina democrática, que solo conserva el nombre ante la avalancha de decretos y el autoritarismo con los que Javier Milei ha gobernado cual monarca absoluto desde su ascenso al poder.

El 12 de marzo de 2025 quedó clara la postura de su administración: con total impunidad, envió a la policía argentina a reprimir brutalmente a pensionados, personas que, a pesar de su avanzada edad, salieron a defender su derecho a una pensión justa. Hoy, debido a sus recortes, esas pensiones rondan los 300 dólares mensuales, por debajo de la línea de pobreza, mientras que los medicamentos básicos, privatizados y sin subsidios, obligan a los pensionados a pagar por lo que antes era accesible.

Que aquellos pensionados salieran a las calles —y, peor aún, que fueran apoyados por barras de fútbol, un deporte sagrado en dicho país— resulta ofensivo para esos autodenominados libertarios: ¿Cómo es posible que quienes dedicaron su vida a trabajar y sostener la economía argentina exijan medicamentos "gratis" y hasta más dinero? ¿Acaso somos una obra de caridad? Vociferaban el 11 de septiembre de 2024, mientras celebraban su "asado" de la victoria en una reunión con 87 diputados y Milei, tras lograr el veto a un aumento del 8% a las pensiones.

Esta, queridos lectores de La Caja, es la verdadera cara del modelo imperialista. Un modelo en el que no importa si tu presidente es el orquestador de una criptoestafa como es el caso con $Libra, si solo apoya a sus lacayos o a quienes paguen sus servicios en las cantidades adecuadas. Somos meros utensilios destinados a trabajar hasta el final de nuestros días para "ganarnos" el derecho a comer, mientras una oligarquía —nacida en cunas adineradas— acapara riquezas a costa del trabajo de otros. Al inicio de su mandato, Milei vociferaba: «¡Viva la libertad, carajo!». Hoy entendemos que esa "libertad" es la de imponer los caprichos de una minoría adinerada.

Entonces, ¿cómo afecta a México lo que ocurre con nuestro vecino del sur? La respuesta es compleja: el peligro radica en las puertas que se abren para la ultraderecha, fortalecida por el auge de esta corriente en Estados Unidos, con el ascenso de Trump y su forma de gobernar basada en amenazas y coacciones. A esto se suma la absurda y evidente influencia de magnates tecnológicos, esos señores del tecnofeudalismo como Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos. Basta recordar el reciente episodio fascista en el que Elon Musk realizó el infame saludo nazi, seguido por otros como el mexicano y aspirante a una carrera política, Eduardo Verástegui.

Es urgente politizarnos, analizar, criticar y denunciar tanto la política mexicana como la internacional. Si permitimos que figuras como Ricardo Salinas Pliego y su paje Eduardo Verástegui —o cualquiera que siga su ejemplo— avancen hacia posiciones de poder, México podría enfrentar crisis como las de Argentina. Imaginemos a México, vecino del imperialismo estadounidense, en manos de una élite sin empatía, sin escrúpulos y con nula conciencia de clase. La afectación sería devastadora.

México tiene como característica en su población un marcado aspiracionismo. Es una sociedad que busca incansablemente pertenecer a una clase social dominante, una clase que derrocha lujos, porque así nos han criado: creyendo que el éxito se mide en posesiones y puestos, cuando lo único que esto ha generado es polarización social, pérdida de empatía, nula conciencia de clase y egoísmo en su estado más puro. Este escenario ha comenzado a cambiar lentamente, pero aún falta mucho que recorrer. Lo que ocurre en Argentina nos ayuda a comprender los peligros de seguir bajo esa misma línea ideológica y política.

Una clave esencial para contrarrestar esta ideología, es que debemos comenzar a denunciar la información sesgada que difunden los "medios de comunicación" —entre comillas, porque de eso tienen poco—, ya que son medios cooptados por las élites que solo presentan los hechos que convienen y bajo el contexto que les favorece. Como ciudadanos, debemos aprender a leer entre líneas lo que estos medios nos ofrecen y exigirles que dejen de manipular la información y a su vez, dejar de consumirles. Seguir apoyando a los medios independientes que realmente hacen un análisis de lo que ocurre y que no tienen influencia por parte de las élites es una parte fundamental para combatir estos bulos que los medios convencionales han venido tirando.

No permitamos que el futuro se construya sobre los escombros de la dignidad.

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